"¿Por qué nuestros consultores no participan en el desarrollo de productos? ¡Es muy frustrante! ¿No entienden que esto sería vital para nuestro desarrollo?"
Nos hemos hecho esta pregunta con demasiada frecuencia. Y tenemos que admitir que la frustración se ha extendido a veces. Probamos un modelo de recompensa diferente. En lugar de simplemente mirar la facturación individual de un consultor, acordamos tener un presupuesto de diseño interno. Y repentinamente empezaron los debates: ¿Con qué frecuencia tenemos que viajar a las reuniones internas de diseño? ¿Es realmente necesario? Entonces, ¿qué teníamos finalmente? Un sistema de compensación más complicado y una nueva frustración. Entonces, ¿cómo se supone que vamos a diseñar un sistema de bono para que algo finalmente cambie? ¿Y por qué tienes que regular todo a través del dinero? ¡Entonces finalmente el momento de inspiración!
No importa qué sistema usemos para calcular un bono individual, siempre resultará en un enfoque estrecho sobre esos factores individuales.
¡Así que deshazte los bonos! Así que hemos sugerido a nuestros consultores que pagaremos un salario fijo sin partes variables. Y la reacción fue: ¡Frustrante! ¿Por qué de repente no hay bonificación? ¿Qué hicimos mal? Llevó muchas discusiones, mucha escucha, comprensión y explicación. Un pensamiento inusual lleva tiempo, incluso si tiene sentido para los individuos.
Tienes que dejar que tus pensamientos maduren, tienes que dejar espacio para preguntas, escenarios, emociones.
Porque entonces llega el momento en que una sonrisa aparece en la cara, cuando queda claro que es maravilloso no enfocarse en una meta, sino establecer prioridades juntos, decidir juntos en qué enfoque se está trabajando, qué contribuye cada uno. Después de tres meses, podemos decir que trabajar puede ser mucho más fácil si puedes tomarlo con calma. Y esto libera mucha energía y creatividad.